La resiliencia es la capacidad de adaptarse y recuperarse frente a las adversidades, permitiendo que nuestra paz interior permanezca intacta a pesar de los desafíos externos. Este proceso implica cultivar la fortaleza emocional y mental, aprender de las experiencias difíciles y fortalecer la conexión con uno mismo. Al entender los pilares de la resiliencia, podemos desarrollar hábitos y perspectivas que nos ayuden a mantener la tranquilidad y el equilibrio interno en todo momento, promoviendo así una vida más plena y armoniosa.